Venimos de vivir, como comunidad aficionada a las letras (y a la poesía en particular), cuatro días verdaderamente especiales. Yo no he vivido cosa igual en otros festivales, y no exagero si digo que lo que pasa en Como un rayo - festival de poesía del Carilafquen es de otra dimensión.
Voy a agarrarme del nombre del conversatorio que hubo el tercer día para ensayar una explicación. "No se puede amarrar la lengua" era el título y "Poesía y territorio" eran los conceptos englobantes. No puedo transmitir lo que se dijo, lo haría mal y pronto, pero me quedo con la idea de que sin dudas lo que hace tan penetrante, importante, profundo a este festival es la presencia silenciosa e ineludible de los árboles, las piedras, los cerros y los lagos que rodean a la pequeña biblioteca popular donde nos juntamos a que todo suceda.
Adentrándome en la poesía, una religión posible para entrelazarme aún más con este territorio que, en este quinto año de residenta, me abre una vez más los brazos, y un poco me abraza y otro poco me atrapa y no me deja ir.
* Escribiré de esto puntualmente luego pero, una gran alegría del festival fue recibir "Agua de beber", de Lucía Higuera, ganador del primer premio de poesía del concurso del Fondo Editorial Rionegrino del 2024. Por suerte Lucía me dejó cinco ejemplares, que luego de confiscar uno para mi biblioteca personal son cuatro, que estarán disponibles a la brevedad en la librería para quien guste del temblor.